-¿No recuerdas nada de lo que te he dicho desde que nos conocimos?
-Recuerdo todo lo que me has dicho.
Claro que me acordaba... Incluyendo las palabras que negaban todo lo anterior.
-Creo que ha habido un malentedido. Pensé que ya te lo había explicado antes con claridad. Yo no puedo vivir en un mundo en el que tú no existas.
-Estoy... -Intentaba buscar las palabras adecuadas. -Estoy hecha un lío- Sí, ésa iba bien, ya que sus palabras me parecían incomprensibles, porque eran imposibles.
-Soy un buen mentiroso, tuve que serlo.